La industria que fabrica robots ha evolucionado a un ritmo trepidante estos últimos años. De diseñar robots que apenas podían caminar a ritmo de tortuga ahora hay robots, como Spot, el famoso cuadrúpedo de Boston Dynamics, que corren tan rápido como un perro y son más ágiles que muchos de nosotros. Es por esto que el interés que han despertado estas creaciones ante la multitud de funciones en los que pueden ser usados difícilmente iba a escapar el aparato militar.

Desde el punto de vista de los militares toda tecnología que permita formas novedosas y más eficientes en las tácticas de combate, ya sea para cumplir faenas de transporte o participar del mismo combate, siempre va a ser una prioridad. Es por esto que el siguiente paso de la ecuación no tardó en llegar y ya hemos visto varios videos e imágenes de este tipo de robots armados con metralletas practicando en ejercicios militares.

Fue este escenario el que generó una respuesta por parte de la industria que fabrica a estas criaturas de metal con un grado no menor de inteligencia. Un grupo de empresas de robótica, entre las que se encuentra Boston Dynamics, se ha comprometido a no convertir en armas sus robots más avanzados. Sin embargo, es probable que este compromiso no sirva para detener la la utilización de los robots de esta manera.  En una carta abierta dirigida a toda la industria de la robótica, las empresas afirmaron que "creen que añadir armas a los robots que se manejan de forma remota o autónoma... plantea nuevos riesgos de daños y graves problemas éticos."

"Nos comprometemos a no convertir en armas nuestros robots de movilidad avanzada de uso general ni el software que desarrollamos para la robótica avanzada, y no apoyaremos a otros para que lo hagan", dicen los firmantes de la carta: Boston Dynamics, Agility Robotics, ANYbotics, Clearpath Robotics, Open Robotics y Unitree Robotics.  La carta llega en un momento en el que crece el temor a que el ejército y las fuerzas del orden desplieguen una nueva raza de robots autónomos de gran movilidad desarrollados en los últimos años. Entre ellos se encuentran los robots cuadrúpedos (como los construidos por Boston Dynamics, ANYbotics y Unitree) y las máquinas bípedas (como el robot Digit, construido por Agility Robotics).

Boston Dynamics, propiedad de Hyundai, ha sido objeto de especial atención por ser el fabricante del robot cuadrúpedo más conocido, Spot. Los robots de la empresa también han sido probados por departamentos de policía (incluido, sin éxito, el Departamento de Policía de Nueva York) y por el ejército francés. En ambos casos, los robots no se convirtieron en armas, sino que se utilizaron para el reconocimiento mientras eran controlados a distancia por humanos.

Un dato a tener en cuenta es que el desarrollo inicial de Boston Dynamics se debió casi exclusivamente a la financiación militar estadounidense. El ejército estadounidense pensó que podría utilizar los robots experimentales de mayor tamaño de la empresa como mulas de carga para transportar equipos para las tropas de infantería. Pero desechó su desarrollo porque las máquinas eran demasiado ruidosas, y Boston Dynamics se dedicó a la venta comercial.

El riesgo de que los robots ocupen sus armas de forma equivocada y disparen a los propios soldados o a civiles no es para nada descartable, y se podría deber a algo tan simple como una falla en la programación o en las indicaciones que recibe el robot. Sea porque éstas entran en contradicción con los estímulos del entorno o por fallas técnicas un desenlace con víctimas fatales con un robot equipado con una metralleta es una posibilidad bastante patente.

Elon Musk ha advertido repetidamente sobre los riesgos y el cuidado que hay que tener al tratar con el diseño y la fabricación de productos potenciados por inteligencia artificial, sobre todo en el caso de los robots y la posibilidad de una Inteligencia Artificial General que pueda realizar todo tipo de actividades y hacer cualquier cosa para cumplir el propósito para el que fue programada o el que eligió si es que ya adquirió algo así como una agencia independiente de nosotros.

Musk ha tomado el camino de financiar una compañía enfocada en diseñar y producir interfaces cerebro-computador llamada Neuralink, con el objetivo de poder conectarnos al internet y el potencial de la inteligencia artificial directamente en nuestro cerebro, generando puente que fusione lo mejor de ambos para el beneficio de todos, disminuyendo el riesgo de un desenlace nocivo relacionado a la inteligencia artificial general.

El hecho de que ya estemos hablando de robots casi autónomos armados y usados en ejercicios militares no significa que estemos cerca de una realidad distópica como la representada en Terminator, pero si es un aviso de que tenemos que ser muy cuidadosos con lo que se hace con estas tecnologías y fiscalizar a quienes las ocupan con mucho rigor. Es esencial que este debate esté sobre la mesa y esta carta es un paso importante desde la misma industria involucrada en su diseño y fabricación.

Si quieres leerla al completo la traducimos para ti a continuación.

Una carta abierta a la industria de la robótica y a nuestras comunidades

Los robots de uso general no deben ser objeto de armamento

Somos algunas de las principales empresas del mundo dedicadas a introducir en la sociedad nuevas generaciones de robótica móvil avanzada. Estas nuevas generaciones de robots son más accesibles, más fáciles de manejar, más autónomos, asequibles y adaptables que las generaciones anteriores, y capaces de adentrarse en lugares antes inaccesibles para las tecnologías automatizadas o controladas a distancia. Creemos que los robots móviles avanzados supondrán un gran beneficio para la sociedad como colaboradores en la industria y compañeros en nuestros hogares.

Como ocurre con cualquier nueva tecnología que ofrece nuevas capacidades, la aparición de robots móviles avanzados ofrece la posibilidad de un uso indebido. Personas poco fiables podrían utilizarlos para invadir los derechos civiles o para amenazar, dañar o intimidar a otros. Un área de especial preocupación es el armamento. Creemos que añadir armas a los robots que se manejan de forma remota o autónoma, que están ampliamente disponibles para el público y que son capaces de navegar a lugares previamente inaccesibles donde la gente vive y trabaja, plantea nuevos riesgos de daño y graves problemas éticos. Las aplicaciones armamentistas de estos nuevos robots también dañarán la confianza del público en la tecnología de manera que perjudicarán los enormes beneficios que aportarán a la sociedad. Por estas razones, no apoyamos el armamento de nuestros robots de movilidad avanzada de uso general. Los que ya hemos hablado de este tema en el pasado, y los que se comprometen por primera vez, sentimos ahora una urgencia renovada a la luz de la creciente preocupación pública en los últimos meses causada por un pequeño número de personas que han publicitado visiblemente sus esfuerzos improvisados para convertir en armas los robots disponibles en el mercado.

Nos comprometemos a no convertir en armas nuestros robots de movilidad avanzada de uso general ni el software que desarrollamos para la robótica avanzada, y no apoyaremos a otros para que lo hagan. En la medida de lo posible, revisaremos cuidadosamente las aplicaciones previstas por nuestros clientes para evitar un potencial armamentismo. También nos comprometemos a explorar el desarrollo de características tecnológicas que puedan mitigar o reducir estos riesgos. Para que quede claro, no nos oponemos a las tecnologías existentes que las naciones y sus organismos gubernamentales utilizan para defenderse y defender sus leyes.

Entendemos que nuestro compromiso por sí solo no es suficiente para abordar plenamente estos riesgos y, por lo tanto, pedimos a los responsables políticos que trabajen con nosotros para promover el uso seguro de estos robots y prohibir su uso indebido. También hacemos un llamamiento a todas las organizaciones, desarrolladores, investigadores y usuarios de la comunidad robótica para que se comprometan de forma similar a no construir, autorizar, apoyar o permitir el acoplamiento de armamento a dichos robots. Estamos convencidos de que los beneficios para la humanidad de estas tecnologías superan con creces el riesgo de un uso indebido, y nos ilusiona un futuro brillante en el que los humanos y los robots trabajen codo con codo para afrontar algunos de los retos del mundo.

Firmado,  Boston Dynamics   Agility Robotics  ANYbotics  Clearpath Robotics  Open Robotics  Unitree Robotics