Ya saben que en nuestro canal nos enfocamos en todo lo relativo a Neuralink, la compañía de interfaces cerebro-computador de Elon Musk que pretende revolucionar la medicina especializada en lesiones y enfermedades cerebrales. Uno de los objetivos más complejos y a largo plazo de Neuralink y otras compañías y grupos de investigación dedicados a la neurotecnología de vanguardia es poder hallar un medio para remediar los síntomas de la demencia, especialmente del Alzheimer, esa terrible enfermedad que es una de las más comunes durante la vejez y asola nuestra memoria como un incendio lento pero irrefrenable.
Es por esto que hoy te traemos la síntesis de dos estudios diversos enfocados en dos dispositivos de neurotecnología diversos pero similares a las interfaces, los implantes cocleares y el DBS o Deep Brain Stimulation, que podríamos decir son los precedentes más relevantes en la maratón de progreso tecnológico de camino a lo que quiere lograr Neuralink: una interfaz multiuso que sirva como plataforma para registrar la actividad neuronal y estimular zonas neuronales específicas con propósitos definidos, tales como remediar el Parkinson o el Alzheimer, o lograr que personas paralíticas puedan manipular dispositivos digitales telepáticamente o incluso volver a caminar.
Comenzaremos por un beneficio antes no considerado de los implantes cocleares que sirven para mantener cierto grado de audición en quienes han perdido parcial o totalmente este sentido esencial que nos permite escuchar las voces de nuestros seres queridos y la música que tanto amamos.
Beneficios de implantes cocleares
Unos investigadores han publicado unos resultados que sugieren que el uso de audífonos e implantes cocleares puede reducir el riesgo de desarrollar demencia al ralentizar el deterioro cognitivo, como la pérdida de memoria.
Se descubrió que el uso de audífonos e implantes cocleares por parte de personas con pérdida de audición reducía el deterioro cognitivo a largo plazo en un 19%. Además, el uso de estos dispositivos conllevaba una mejora del 3% en las puntuaciones de las pruebas cognitivas, incluyendo la capacidad del individuo para resolver problemas.
Los resultados se publicaron en JAMA Neurology, utilizando un metaanálisis (un análisis estadístico que combina los resultados de múltiples estudios científicos). La Dra. Susan Mitchell, Jefa de Política de Alzheimer's Research UK, declaró: "Cada vez hay más pruebas claras de que las personas que pierden audición a medida que envejecen corren un mayor riesgo de desarrollar demencia. Este estudio aporta más pruebas convincentes de esta relación, pero aún quedan preguntas sin respuesta".
La investigación sobre la demencia ha avanzado mucho en los últimos meses, pero aún queda mucho camino por recorrer, y las intervenciones para reducir el riesgo de demencia deben ser una prioridad de salud pública".
"Las personas deben poder someterse a pruebas de audición si están preocupadas por su audición, para que se les pueda ofrecer un apoyo adecuado, como audífonos, en una fase temprana, y ayudarles a mantener la salud de su cerebro.
"En el futuro, los investigadores deben desentrañar exactamente cómo influye la pérdida de audición en el riesgo de desarrollar demencia. También necesitamos saber quién corre más riesgo y podría beneficiarse más de intervenciones como los audífonos".
"Saber esto ayudará a los servicios sanitarios a asignar recursos y apoyar a quienes lo necesiten".
DBS para tratar el Alzheimer
Un equipo de investigadores de la Charité - Universitätsmedizin Berlin ha descubierto que la estimulación de una red específica en el cerebro de los enfermos de Alzheimer reduce sus síntomas.
Los investigadores esperan que los resultados, publicados en Nature Communications, allanen el camino para nuevos estudios.
La estimulación cerebral profunda (ECP) es una forma de terapia que ya está aprobada en Alemania para tratar trastornos neurológicos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson y la distonía, y enfermedades neuropsiquiátricas, como el trastorno obsesivo-compulsivo. En el cerebro del paciente se implantan electrodos muy finos que emiten constantemente suaves impulsos eléctricos en una región específica.
Los electrodos permanecen en el cerebro de forma permanente y se conectan mediante cables que pasan por debajo de la piel a un dispositivo similar a un marcapasos implantado en la zona torácica. El dispositivo se utiliza para ajustar la intensidad y frecuencia de la estimulación eléctrica.
Aunque la ECP ha sido un tratamiento establecido para la enfermedad de Parkinson desde hace 20 años, y los costes están cubiertos por los seguros médicos, todavía no es una terapia muy conocida", dice el profesor Andreas Horn, jefe de un laboratorio que explora la estimulación cerebral basada en la red en el Departamento de Neurología y Neurología Experimental en el Campus Charité Mitte, y en el Hospital Brigham and Women's y el Hospital General de Massachusetts, ambos afiliados a la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, EE.UU. "La ECP funciona muy bien en los pacientes con enfermedad de Parkinson.
"La ECP funciona muy bien en pacientes con Parkinson", afirma. "Mejora notablemente su calidad de vida".
Dado que el Alzheimer es también una enfermedad neurodegenerativa, parece probable que la ECP pueda utilizarse también para tratarla. Pero un tratamiento seguro y eficaz sólo es posible si se conocen con precisión las regiones cerebrales que requieren estimulación. El punto de partida del estudio actual, que los investigadores llevaron a cabo en estrecha colaboración con múltiples socios, entre ellos la Universidad de Toronto (Canadá), fue una observación aleatoria realizada dentro de un estudio canadiense.
"En un paciente, que estaba siendo tratado por obesidad, la estimulación cerebral profunda le provocó flashbacks, es decir, recuerdos repentinos de su infancia y adolescencia", explica la Dra. Ana Sofía Ríos, del Departamento de Neurología y Neurología Experimental del Campus Charité Mitte, y autora principal del estudio.
"Esto llevó a los investigadores canadienses a sospechar que la estimulación de esta región cerebral, situada en el fórnix, también podría ser adecuada para tratar el Alzheimer".
Para investigarlo más a fondo, investigadores que trabajaban en siete centros internacionales como parte de un estudio multicéntrico implantaron electrodos en la misma zona del fórnix en participantes con enfermedad de Alzheimer leve.
"Por desgracia, la mayoría de los pacientes no mostraron ninguna mejoría de sus síntomas. Pero un puñado de participantes se benefició considerablemente del tratamiento", afirma el Dr. Ríos. "En el presente estudio, queríamos encontrar la causa de estas diferencias, por lo que comparamos la posición exacta de los electrodos en cada participante".
El grupo de investigación del Prof. Horn se ha especializado en analizar imágenes de resonancia magnética de alta resolución del cerebro y combinarlas con modelos informáticos para determinar con precisión las ubicaciones óptimas de la ECP.
"Uno de los principales retos es que cada cerebro es diferente, y eso es muy importante para colocar los electrodos con precisión", explica Horn. "Cuando los electrodos se colocan incluso unos milímetros fuera del objetivo, el paciente no obtiene ningún beneficio".
Esto fue lo que ocurrió en la mayoría de los participantes en el estudio. Pero el Prof. Horn y su equipo pudieron utilizar datos de imagen para determinar la posición exacta de los electrodos en los pacientes que se beneficiaron del procedimiento.
"El lugar óptimo para la estimulación parece ser la intersección de dos haces de fibras -el fórnix y la estría terminal- que conectan regiones profundas del cerebro. Ambas estructuras se han relacionado con la función de la memoria", afirma el Prof. Horn.

Se necesitan más estudios clínicos antes de que la ECP pueda aprobarse y utilizarse para tratar la enfermedad de Alzheimer. Los resultados actuales son un importante paso adelante en el proceso.
"Si nuestros datos permiten colocar los electrodos con mayor precisión en los estudios neuroquirúrgicos que ensayan la ECP en pacientes con Alzheimer, sería fantástico", afirma el Prof. Horn. "Necesitamos desesperadamente una terapia eficaz que alivie los síntomas de esta enfermedad, y la ECP es muy prometedora".
En el futuro, el laboratorio Horn realizará nuevos estudios para investigar y definir otras redes neuronales del cerebro que podrían ser útiles para tratar la demencia. Su trabajo incluirá el examen de zonas con lesiones cerebrales y la identificación de regiones diana tanto para la ECP como para otros métodos de neuroestimulación.
Cómo conclusión podemos aunar los resultados de ambos estudios y afirmar que dos de los factores relevantes en el futuro tratamiento de la demencia y especialmente del Alzheimer es lograr que los pacientes reciban estímulos auditivos, lo que genera actividad en las neuronas y por tanto sirve como una gimnasia neuronal que matiene robustas las neuronas dedicadas a esa labor que parecen tener cierta relación con las redes neuronales que codifican nuestras memorias.
Y el segundo factor es que necesitamos dispositivos, como las interfaces cerebro-computador que está diseñando Neuralink, capaces de estimular neuronas precisas con una intensidad también cuidadosamente calibrada para poder así mantener a estas neuronas saludables y prevenir, en la medida de lo posible, que las enfermedades cognitivas arrasen con las comunidades neuronales que sostienen nuestra memoria y otras funciones esenciales de nuestro organismo. Neuralink está trabajando en la vanguardia de estas neurotecnologías y es una de nuestras mejores esperanzas para poder llegar a ese dispositivo polifuncional, preciso y perdurable que nos ayude a resolver algunas de las lesiones y trastornos neurodegenerativos más devastadores.


