Continuamos donde lo dejamos. En el artículo anterior desgranamos la primera parte de la amplia perspectiva sobre el futuro cercano de las interfaces neuronales recientemente publicado en Frontiers in Neurorobotics. Solo nos quedan un par de puntos por explorar sobre los potenciales y funciones que contiene esta neurotecnología de vanguardia. Comenzaremos con una de las facetas más conocidas y fascinantes de las interfaces neuronales, la capacidad que tienen para habilitar la comunicación, sobre todo para personas paralíticas.

Hay varios videos y demostraciones sobre personas parapléjicas que pueden escribir en una pantalla de computador gracias a comandos mentales decodificados por interfaces neuronales implantadas en sus cerebros. A esta altura del progreso tecnológico la rapidez con la que pueden escribir estas personas se está aproximando a la con que cualquier persona compone un mensaje de texto gracias a un teclado.

La interacción con plataformas digitales que devuelve la posibilidad de expresión a personas aisladas del mundo exterior es uno de los mayores potenciales de esta tecnología y uno de los motivos por los que Elon Musk comenzó Neuralink, una de las compañías en la vanguardia del rubro. Los investigadores también se enfocan en el progreso que puede haber en esta función de las interfaces neuronales, a la que dedican el siguiente párrafo:

“Desde su creación, las BCI para la decodificación del habla han evolucionado a gran velocidad, y las investigaciones actuales sugieren que podríamos ser capaces de decodificar frases completas a partir de grabaciones cerebrales mínimamente invasivas (Herff et al., 2019; Chang y Anumanchipalli, 2020; Makin et al., 2020; Angrick et al., 2021). Este progreso no solo haría que estos dispositivos se utilizaran ampliamente como prótesis para la restauración del habla en personas con discapacidad, sino que también permitiría nuevas formas de comunicación más respetuosas con la privacidad, como las interfaces de habla silenciosa (Denby et al., 2010).”

Prótesis integradas neuronalmente

Actualmente las prótesis que ocupan las personas son en su mayoría insensibles, pero ya hay prótesis inteligentes que han comenzado a decodificar las intenciones de sus usuarios, lo que logran “utilizando señales de electromiografía (EMG), que son recogidas por electrodos colocados sobre el músculo periférico unido a la prótesis. La razón de ser de este método es que las señales de EMG tienen una mayor relación señal-ruido que las señales captadas del cerebro y, por tanto, son más fáciles de procesar.” Este método tiene un impedimento importante, como plantean los autores: “una prótesis basada en EMG suele funcionar con músculos residuales que no transmiten toda la información sobre el movimiento a realizar. Por ejemplo, una prótesis de mano suele utilizar la actividad EMG del bíceps y el tríceps, que no transmite información sobre la posición de apertura o cierre de la mano (Parajuli et al., 2019).”

Es por esto que la posibilidad de conectar prótesis inteligentes a una interfaz neuronal aumentaría enormemente la precisión del movimiento en relación a las intenciones del usuario y lograría transmitir una sensibilidad mucho más cercana a la de una persona con su extremidad funcional. Estas prótesis integradas neuronalmente podrán “capturar la intención motora detallada del usuario a partir de la actividad cerebral (Nazarpour, 2020; Vilela y Hochberg, 2020). Esto ampliará los grados de libertad de las prótesis y potenciará el control y la integración con el cuerpo humano.”

Gracias a estos avances las prótesis inteligentes conectadas a interfaces neuronales jugaran un gran rol en el proceso de rehabilitación motora de miles y hasta millones de pacientes: “La próxima década representará una oportunidad única para realizar ensayos clínicos a gran escala que demuestren el impacto de las prótesis controladas neuralmente para una rehabilitación motora eficaz.”

Aumento cognitivo

Una de las aplicaciones que más suena a ciencia ficción de las interfaces neuronales es la posibilidad de generar un aumento cognitivo, pero, como apuntan los investigadores, esta fascinante idea puede ya estar más cerca de la realidad que de la ficción y comienza con funciones primordiales: “Se trata de aumentar el rendimiento humano en funciones cerebrales de orden superior, como el razonamiento y la toma de decisiones.”

Uno de los principales objetivos de Neuralink es, según Elon Musk, generar una tercera capa de súper inteligencia digital en el cerebro que nos permita integrarnos con la inteligencia artificial y cosechar el potencial benéfico de esta colaboración, disminuyendo los riesgos asociados a una inteligencia artificial general fuera de nuestra comprensión. Este punto también es central para los autores del artículo: “El desarrollo de neurotecnologías para aumentar la función cognitiva también acelerará la integración entre humanos y máquinas (Gao et al., 2021).”

La idea de un futuro en que se establezca una colaboración prolífica entre humanos e inteligencia artificial es uno de los horizontes a los que aspirar en el desarrollo de estas interfaces: “Las neurotecnologías del futuro pueden ayudar a crear equipos humanos-TI que corrijan las debilidades individuales y aumenten eficazmente las capacidades humanas. Por ejemplo, los primeros resultados en el reconocimiento de rostros sugieren que estos equipos pueden actuar con mayor precisión que los humanos o la IA por sí solos (Valeriani y Poli, 2019).”

Conclusiones

El gran avance de las neurotecnologías en esta última década se ha dado principalmente en los laboratorios de algunas universidades y en las instalaciones de compañías de vanguardia que han dedicado muchos años a refinar sus dispositivos, testearlos en ensayos clínicos y hacerlos lo más seguro posibles. Esta primera fase es el prólogo de un futuro en el que posiblemente estos dispositivos formen parte de nuestra vida cotidiana como hoy lo hacen los teléfonos y relojes inteligentes, algo que los investigadores creen ocurrirá a partir de 2030 aproximadamente:

“El esfuerzo actual de varias industrias y actores académicos por impulsar este empeño nos hace creer que aún podremos ver los primeros prototipos integrados de neurotecnología cotidiana para 2030.”

El propósito de esta perspectiva parece ser el de comenzar a poner el potencial y el estado de desarrollo actual de las interfaces neuronales en el foco del debate, con tal de tener una idea clara del progreso que podremos ver en esta década y la siguiente y no posponer la necesaria formulación de un marco ético y legal basado en evidencia científica. Para entregar un soporte los autores compartieron una posible línea de tiempo que ayudará a poner las cosas en perspectiva. Aquí te la dejamos.

Esperamos te haya gustado el artículo y sientas que ya sabes un poco más sobre las interfaces neuronales, tanto en lo que refiere a sus detalles técnicos como a su potencial futuro y la multitud de factores, tanto ético como de diseño e interacción con las neuronas, que involucra.