El trastorno obsesivo-compulsivo es una de las pocascondiciones neurocognitivas que te permite funcionar en la sociedad, perotambién impone ciertos obstáculos y hasta puede pasar desapercibido y derivaren problemas más grandes como la depresión. Este trastorno suele tratarse confármacos, pero como con toda terapia hay una porción de las personas afectadasque no responde efectivamente a las terapias.

Para ellos puede haber una opción que se haga más común conel pasar del tiempo y el avance de la neurotecnología, la estimulación cerebralprofunda que suelen realizar las interfaces cerebro-computador, como ladiseñada por Neuralink, la compañía de Elon Musk, que tiene entre susprincipales objetivos ayudar a resolver una serie de condiciones neurológicas,tales como la epilepsia o el TOC.

Un reciente estudio que revisó los datos de una serie deestudios sobre la efectividad de ese tipo de tratamiento en pacientes con TOC arrojóresultados prometedores. La estimulación cerebral profunda puede reducir a lamitad los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo grave, según un análisisde datos agrupados de las pruebas disponibles, publicado en línea en la revistaJournalof Neurology Neurosurgery & Psychiatry.

Y mucho más que eso, dos tercios de los afectados experimentaron una mejorasustancial en el plazo de dos años, según el análisis. El TOC se caracterizapor pensamientos obsesivos intrusivos y persistentes junto con comportamientosdisfuncionales y rutinas rígidas que toman la forma de rituales intransables.Se cree que afecta hasta al 3% de las personas, pero la cifra puede ser másalta.

Suele comenzar en los primeros años de vida y suele ir acompañado de depresióny ansiedad graves.  Los afectados suelentener dificultades para ir a la escuela o al trabajo. Los fármacos y la terapiacognitivo-conductual (TCC) pueden ser muy eficaces, pero en aproximadamente 1de cada 10 casos, estos enfoques no funcionan.

La estimulación cerebral profunda, que consiste en implantar electrodos endeterminadas zonas del cerebro para regular los impulsos eléctricos anómalos,ha surgido en las últimas décadas como un posible tratamiento para quienespresentan síntomas graves. Aunque varios estudios han sugerido que la técnicapuede ser eficaz en personas con TOC, no siempre han cuantificado el impacto defactores potencialmente influyentes.

En un intento de tener en cuenta esto, y de actualizar el cuerpo de evidenciaexistente, los investigadores revisaron sistemáticamente y agruparon losresultados de 34 ensayos clínicos publicados entre 2005 y 2021, con el objetivode evaluar críticamente la eficacia de la estimulación cerebral profunda paraaliviar el TOC y los síntomas depresivos asociados en adultos.

Los 34 estudios incluyeron a 352 adultos con una edad media de 40 años y un TOCde severo a extremo, cuyos síntomas no habían mejorado a pesar del tratamiento.En 23 de los estudios, se requería que los participantes hubieran tenidosíntomas persistentes durante 5 o más años antes de considerar la cirugía.

De los 11 estudios restantes, uno exigía más de una década de síntomas y dos omás años de tratamiento fallido; otro requería al menos un año de tratamientofallido; y cinco no especificaban ningún requisito.

En promedio, los síntomas habían persistido durante 24 años. En 23 estudios seinformó de problemas de salud mental coexistentes, entre los que se encontrabanla depresión mayor (en más de la mitad de los participantes), el trastorno deansiedad y el trastorno de personalidad. El periodo medio de seguimiento trasla estimulación cerebral profunda fue de 2 años.

El análisis final de los datos agrupados, que incluyó 31 estudios, con 345participantes, mostró que la estimulación cerebral profunda redujo los síntomasen un 47%, y dos tercios de los participantes experimentaron una mejorasustancial dentro del período de seguimiento.

El análisis secundario reveló una reducción de los síntomas depresivosdeclarados, con una resolución completa en casi la mitad de los participantes yuna respuesta parcial en otro 16%. Unos 24 de los estudios informaron de datoscompletos sobre efectos secundarios graves, entre ellos: complicacionesrelacionadas con el hardware; infecciones; convulsiones; intentos de suicidio;accidentes cerebrovasculares; y el desarrollo de nuevas obsesiones asociadas ala estimulación. En total, 78 participantes experimentaron al menos un efectosecundario grave.

Los resultados llevan a los investigadores a concluir que existe "unasólida base de pruebas" que apoya el uso de la estimulación cerebralprofunda para el tratamiento del TOC grave y persistente y la depresiónasociada. Sin embargo, también son prudentes: "Aunque estos resultados sonalentadores, es importante recordar que [la estimulación cerebral profunda] noestá exenta de limitaciones".

"En primer lugar, requiere la implantación crónica de hardware y conllevael riesgo asociado de complicaciones. Además, aunque informamos de unaincidencia inferior al 1% de obsesiones de novo que implican al programador delpaciente [de la estimulación cerebral profunda] o al propio dispositivo, siguesiendo una barrera significativa para la aplicación efectiva de [la estimulacióncerebral profunda] para el TOC en determinados pacientes."

Y añaden: "El éxito de la aplicación [de la estimulación cerebralprofunda] requiere una estrecha alianza terapéutica entre los equipos depacientes, neurocirujanos y psiquiatras expertos en centros especializados enla implantación y programación del dispositivo."

Precisamente esto es lo que quiere lograr Neuralink aldemocratizar el uso y acceso de interfaces cerebro-computador que funcionenpara estimular en profundidad las zonas del cerebro que los neurólogos ymédicos personales indiquen como las adecuadas para llevar adelanto untratamiento en específico, como puede ser el de aliviar los síntomas del TOC ocombatir la depresión.

La estrategia que sigue Neuralink para cumplir estosobjetivos es, primero que todo, desarrollar la tecnología de interfacesneuronales más eficaz, rentable energéticamente y segura para el usuario, y,segundo, hacer que el procedimiento sea lo más rápido y carente de riesgosposible gracias al robot quirúrgico que diseñaron especialmente para abaratarlos costos de la operación y hacerla lo más precisa posible. Con estos dospasos logrados la era de la estimulación cerebral profunda como medio deterapia para un sinfín de trastornos y problemas neurológicos será pan de cadadía. El próximo 31 de octubre Neuralink y Elon Musk compartirán sus avanceshasta el momento, en lo que se espera llegue la gran noticia del inicio deensayos clínicos en humanos. Sea cuales sean las novedades te las comunicaremossin tardar.