El rubro de las interfaces cerebro-computador está cada vez más en boga en la vanguardia de la tecnología. Los posibles usos de esta neurotecnología son múltiples, desde tratar enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer, devolver un grado importante de libertad digital a personas tetrapléjicas, o servir para generar una interacción fluida y convincente con otros dispositivos que nos permiten participar de la realidad aumentada o la realidad virtual del metaverso en construcción. Esta última utilidad está comenzando a ser identificada por las grandes compañías que se dedican a desarrollar dispositivos como los anteojos de realidad aumentada.
Este es el caso de SNAP, la empresa de lentes y cámaras fotográficas, uno de cuyos departamentos, SNAP Lab, está enfocado en desarrollar lentes de realidad virtual, que adquirió recientemente NextMind, la empresa de interfaces cerebro-computador con base en París, por una suma no revelada.
El principal propósito de esta compra es ampliar los potenciales y capacidades de sus lentes de realidad aumentada, SPECTACLES, un tipo de tecnología que aún enfrenta muchos desafíos técnicos, como pueden ser el rango de visión de los efectos digitales que se proyectan sobre el entorno y la consistencia y adaptabilidad de las mismas proyecciones con respecto al movimiento del usuario.

La compra de NextMind fue anunciada en una entrada de blog de la compañía, donde, junto con anunciar que los trabajadores de NextMind continuarán operando desde París, dicen lo siguiente sobre la ruta previa de la compañía francesa que los llevó a comprarla:
“Antes de incorporarse a Snap, NextMind desarrolló una tecnología de interfaz cerebro-ordenador (BCI) no invasiva para facilitar la interacción con manos libres mediante dispositivos electrónicos, incluidos ordenadores y auriculares y dispositivos de realidad aumentada y virtual. Esta tecnología monitoriza la actividad neuronal para comprender la intención del usuario cuando interactúa con una interfaz informática, permitiéndole pulsar un botón virtual con solo concentrarse en él. Esta tecnología no "lee" los pensamientos ni envía ninguna señal al cerebro.”
NextMind fue fundada en 2017 por un equipo de neurocientíficos e ingenieros de hardware, la tecnología de la empresa utiliza una diadema portátil con un electroencefalograma incorporado para detectar y leer la actividad neuronal en el córtex. Cuando el usuario ve una imagen en una pantalla, los auriculares pueden determinar si quiere moverla. Este tipo de interfaces controladas por el cerebro podrían ser un enorme aporte en el manejo y la interacción con los gadgets de realidad aumentada y realidad virtual. Las pantallas de los cascos o gafas de realidad virtual han enfrentado muchos obstáculos durante mucho tiempo, entre ellos el problema del control, que estas tecnologías podrían ayudar a remdiar.
La compañía francesa había recaudado una ronda inicial de 4,6 millones de dólares a mediados de 2018. El equipo seguirá trabajando desde París, se centrarán en la investigación y el desarrollo a más largo plazo. El pasado mes de mayo, Snap compró WaveOptics, que fabrica componentes utilizados en los auriculares de realidad aumentada. Ese mismo mes, la empresa presentó en primicia su cuarta generación de Spectacles, que calificó de "primer par de gafas que dan vida a la realidad aumentada."
En una entrevista concedida en 2020 a VentureBeat, el fundador y director general de NextMind, Sid Kouider, explicaba de la siguiente manera el funcionamiento de su dispositivo, Dev Kit, que en ese entonces costaba 399 dólares, que ahora quedará discontinuado: "Utilizamos tu atención descendente como controlador. Así que cuando te enfocas diferencialmente hacia algo, generas una [intención] de hacerlo. No descodificamos la intención en sí, sino que descodificamos el resultado de la intención".

Un portavoz de Snap dijo que la empresa no se comprometió con un único enfoque con su compra de NextMind, sino que fue más bien una apuesta de investigación a largo plazo. Este no es el primer tipo de colaboración entre empresas que desarrollan tecnologías de realidad virtual y otras que están enfocadas en elaborar interfaces cerebro-computador, o BCIs. También está el caso de Valve que trabaja actualmente con los auriculares de OpenBCI para desarrollar un software de código abierto con el objetivo de facilitar a los desarrolladores la comprensión de las señales procedentes del cerebro de las personas.
Ya sabemos que Neuralink es otra de las compañías que está impulsando las fronteras de las BCIs más allá de lo que se podía en niveles de capacidad de cómputo, cantidad de electrodos y transmisión de información vía inalámbrica para interactuar con computadoras y smartphones, como se demostró en el último vídeo de Page, el macaco que jugó Pong de manera telepática.
Hasta ahora Neuralink no ha anunciado nada oficial sobre posibles colaboraciones con empresas que crean dispositivos de realidad virtual, pero Elon Musk si ha dicho en algunas entrevistas que no confía mucho en el estado actual del metaverso, que están construyendo compañías como Meta, pero sí cree que Neuralink, en un futuro no muy lejano, superará las capacidades de estas gafas y cascos, permitiendo una experiencia mucho más fluida y directa de interacción con la dimensión digital.
Si quieres saber más sobre NextMind, aquí te dejamos el vídeo en que su CEO, Sid Kouider, explicaba su último producto en 2019.


