Uno de los trastornos más comunes del estilo de vida que ha construido la sociedad moderna híper productiva y competitiva son los cambios de humor bruscos y difíciles de controlar, provocados en gran medida por el stress. Una de las terapias más comunes que se trata de realizar con este tipo de personas es la del control de la ira, o anger managment, en inglés. Lidiar con la presión constante de un ambiente laboral donde, en vez del apoyo mutuo, reina la ley del más apto y la selectividad se convierte en una lucha por la sobrevivencia, no resulta nada fácil, sobre todo a hombres con poco desarrollo de inteligencia emocional.
Es por esto que el abordaje de este tipo de terapias es sumamente necesario, aunque sea un desafío difícil de encarrilar, considerando que quienes padecen esto tratan muchas veces de volver al ambiente que les provocó el trastorno. Y en esta línea las terapias que cumplen este fin necesitan buscar continuamente nuevas herramientas y métodos innovadores para generar mayor receptividad y, ojalá, resultados concretos y benéficos para el paciente.
Si de innovación en terapias para el control de la ira se trata, seguramente la que te comentaremos hoy sea uno de los estudios más vanguardistas y contemporáneos, imposible de realizar hace un par de décadas sin ir más lejos. Hablamos de un programa de entrenamiento para el control de la ira mediante realidad virtual que puede reducir el nivel de ira provocada, según un nuevo estudio publicado en la revista Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking.
El doctor Jae-Jin Kim, de la Universidad de Yonsei, en Seúl, República de Corea, y sus coautores, dividieron a 60 jóvenes varones en dos grupos: el de alta y el de baja agresividad. Los expusieron a un entrenamiento de exposición a la ira basado en la realidad virtual y a un entrenamiento de atención plena, congregando el método ancestral de la meditación con las últimas tecnologías en un coctel terapéutico transversal.
El Entrenamiento de Exposición a la Ira estaba compuesto por entornos virtuales diseñados para provocar la ira, así como por una guía visual de avatares para facilitar el control de la ira. En el programa de Entrenamiento de Atención Plena, el participante participaba en una meditación de relajación y respiración guiada basada en la atención plena.
En el estudio apuntan que: “se analizaron las puntuaciones de ira y de confort obtenidas en estas tareas, respectivamente, en busca de diferencias entre los grupos y entre las condiciones experimentales. Se analizaron los índices de regulación de la ira y de aumento de la comodidad en busca de correlaciones con variables psicológicas. En el Entrenamiento de Exposición a la Ira, las puntuaciones de expresión de ira se redujeron en la expresión controlada de ira en ambos grupos. En el Entrenamiento de Atención Plena, la meditación aumentó la puntuación de confort también en ambos grupos, y los índices de mejora del confort se correlacionaron negativamente con los niveles de autodiferenciación y comunicación abierta con la madre sólo en el grupo de alta agresividad.”
La gran ventaja de este tipo de enfoque con realidad virtual es que sirve como una plataforma donde las personas pueden ensayar su conducta al interactuar con otros avatares en la dimensión digital, replicando situaciones de la vida cotidiana que usualmente producen rabia, a la vez que pueden reflexionar con un grado extra de desapego sobre su conducta y sus reacciones en la interacción social. Es un modo de simular la realidad más efectivo que los que existían antes y, por lo mismo, es un recurso novedoso y útil para este tipo de terapias.
"En el Entrenamiento de Exposición a la Ira, la expresión controlada redujo el nivel de ira provocado por la expresión de ira tanto en el grupo de alta como en el de baja agresividad, concluyeron los investigadores. "En el Entrenamiento de Atención Plena, la meditación también aumentó el nivel de bienestar en ambos grupos".
"Estudios anteriores han demostrado que la Realidad Virtual es una herramienta útil para el entrenamiento, mejorando los resultados y reduciendo los costes. Este estudio se suma a la literatura al ilustrar el valor del entrenamiento en realidad virtual, incluso cuando se utiliza para una intervención breve", dice la editora en jefe Brenda K. Wiederhold, PhD, MBA, BCB, BCN, Interactive Media Institute, San Diego, California y Virtual Reality Medical Center, La Jolla, California.
Ahora bien, hay que tener en consideración que el estudio se centra solo en jóvenes hombres y contó con una sesión, por lo que no es fácil generalizar sus resultados y extrapolarlos a otros grupos sociales y etarios.
Es probable que con el paso del tiempo veamos muchas más investigaciones y terapias de este tipo, que tratan de reunir la sabiduría de las tradiciones antiguas, como la meditación, con las tecnologías más avanzadas y a la moda, que permiten una respuesta más entusiasta por parte de los usuarios. Yendo un poco más lejos no es difícil imaginar el día en que se publiquen estudios sobre el control del manejo a la ira gracias a una terapia apoyada en una interfaz cerebro-computadora como las que diseña Neuralink, la empresa cofundada por Elon Musk.
Con uno de estos dispositivos no solo sería probable una inserción más orgánica en un tipo de ambiente realidad virtual, sino que también se podrían estimular directamente las neuronas relacionadas con este trastorno y la secreción de hormonas que acompañan una conducta más agresiva. Todo esto será posible con el mayor desarrollo de la tecnología y la mejor comprensión del cerebro y nuestra psicología que iremos ganando durante esta década y las siguientes gracias a la gran diversidad de estudios y novedosos métodos que tratan de ayudarnos a vivir una vida más plena y consciente.
Bibliografía:
https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/cyber.2021.0193


