Si eres un terrícola con acceso a internet y usas alguna de las redes sociales, como la mayoría de los humanos que ya son ciborgs en mayor o menor medida, es difícil que no te hayas enterado de la montaña rusa que ha supuesto la irrupción de Elon Musk en el radar de Twitter. Hace tres meses nada de esto podría haber sido predicho. La primera pista fue una encuesta en la que preguntó si Twitter adhiere rigurosamente al principio de la libertad de expresión, cuyos resultados fueron contundentes, con un 70.4% diciendo que No.
https://twitter.com/elonmusk/status/1507259709224632344
El mismo respondió que se votara con cuidado porque los resultados de la encuesta tendrían consecuencias importantes. Y no tardó en hacer efectiva esas palabras con la compra de poco más de un 9% de las acciones de la compañía el lunes 4 de abril. Más tarde ese mismo día Elon realizaba una encuesta preguntando si los miembros de la red social querían un botón para editar los tweets. Desde ya eso demostraba una declaración de intenciones asertiva. Una voluntad de hacer cambios lo más rápido posible.
La compra lo convirtió en el máximo accionista de la compañía, pero eso no es suficiente para implementar los cambios que parece tener en mente. Pocos días después la mesa directiva de la compañía le ofrecía un puesto directivo en la misma. El tono de la propuesta demostraba cierta excitación y voluntad de cooperar con una figura tan iconoclasta e innovadora como Musk, sobre todo considerando el parco historial de la compañía, que ha implementado pocos cambios tras una década de existencia y cuyas acciones también han seguido una ruta más bien chata en estos años.
Pese a la oferta de la mesa directiva, el 10 de abril el CEO de Twitter, Parag Agrawal, anunció que Musk había rechazado unirse a esta.
Por lo visto había mucho más movimiento y estrategias tras bambalinas de las que podíamos imaginar. Y esto es porque, solo un par de días después, Musk hizo una oferta pública de adquisición no solicitada de 43.000 millones de dólares, lo que equivale a 54,20 dólares por acción en efectivo. Bastante más que el precio actual por acción de la empresa.
Vale el tiempo leer exactamente las palabras de Musk en el documento sobre las razones por la que quiere comprar la compañía y transformarla en privada:
“Bret Taylor
Presidente del Consejo de Administración,
He invertido en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione.
Sin embargo, desde que realicé mi inversión me he dado cuenta de que la empresa no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter debe transformarse en una empresa privada.
En consecuencia, ofrezco comprar el 100% de Twitter por 54,20 dólares por acción en efectivo, una prima del 54% respecto al día anterior a que comenzara a invertir en Twitter y una prima del 38% respecto al día anterior a que se anunciara públicamente mi inversión. Mi oferta es mi mejor y definitiva oferta y si no es aceptada, tendría que reconsiderar mi posición como accionista.
Twitter tiene un potencial extraordinario. Yo lo desbloquearé.”
A esto añade lo siguiente:
“Como indiqué este fin de semana, creo que la empresa debe ser privada para llevar a cabo los cambios necesarios.
Después de varios días de reflexión, he decidido que quiero adquirir la empresa y hacerla privada.
Voy a enviarle una carta de oferta esta noche, que se hará pública por la mañana.
[…]
- Lo mejor y lo último:
- No voy a jugar el juego de ida y vuelta.
- He pasado directamente al final.
- Es un precio alto y a sus accionistas les encantará.
- Si la operación no funciona, dado que no tengo confianza en la dirección ni creo que pueda impulsar el cambio necesario en el mercado público, tendría que reconsiderar mi posición como accionista.
- Esto no es una amenaza, simplemente no es una buena inversión sin los cambios que hay que hacer.
- Y esos cambios no se producirán sin llevar la empresa a la bolsa.”
Evidentemente es una apuesta casi a todo o nada, pues si la compra no resulta efectiva Musk reconsiderará su lugar como uno de los mayores accionistas, ya que cree que los cambios necesarios no los podrá hacer si la compañía no pasa a ser privada. No hay que hilar muy fino para caer en cuenta de la montaña rusa de respuestas y opiniones que provocó esta oferta tanto en la opinión pública como en los medios de comunicación más grandes. Muchos de ellos parecen haberse alineado para ir en contra de Musk y su oferta criticando su supuesto compromiso con la libertad de expresión, algo sarcástico si revisamos el actuar y la línea editorial de medios como el New York Post y otros de los gigantes comunicacionales en los últimos años. Muchos de ellos también son controlados por algunos billonarios y fondos de inversionistas enormes como BlackRock.
Estas semanas han sido bastante activas para Musk con la inauuración del Giga Factory en Austin, Texas, y otra en Berlín, aparte de eso entre todas las idas y vueltas del novelón sobre Twitter, Elon participó de la conferencia Ted llevada a cabo en Vancouver este jueves 14 de abril. Por supuesto el tema candente fue lo primero que salió a colación. Elon habló sobre el propósito de comprar Twitter como una necesidad para minimizar el riesgo de una debacle civilizatoria, un factor que lo parece ser transversal a sus acciones, ya que también lo aplicó con Tesla, SpaceX y Neuralink. Aquí tiene en mente tratar de arreglar lo que se ha transformado en una “plaza deficiente”, para conversar y intercambiar opiniones. Segúen él si hay dudas sobre un tweet que está en una especie de área gris es necesario permitirle existir, en vez de censurarlo sin razones convincentes como declaraciones explícitas de violencia.
En la conversación también propuso abrir el algoritmo para que las personas pudieran ver directamente los cambios que se hacen en la plataforma, y quién los hace, para identificar si hay manipulaciones. También habló de reducir los spams y añadir el botón de edición. Por supuesto también asumió que es probable que sea difícil que logre comprar la compañía y su movimiento no es para monopolizar el poder sobre ésta, sino que pretende mantener a la mayor cantidad de accionistas posibles según la ley, que serían unos veinte mil. Si no lo logra al menos dijo, bastante sugestivamente, que posee un plan B.
Elon Musk en TED Vancouver 2022. [Ver desde 12:27 hasta 31:40]
Al parecer tendrá que activar este plan B ya que la proposición de Musk no cayó nada bien en la mesa directiva de Twitter, por lo que activaron un plan de derecho de accionistas que impediría que Musk, o cualquier otro individuo que pretende comprar gran parte de la compañía, pueda lograr su cometido al menos durante un año plazo.
"Las píldoras venenosas, también llamadas planes de derechos de los accionistas, son maniobras legales que dificultan que los accionistas aumenten sus participaciones más allá de un punto determinado, activando una opción para que otros compren más acciones con un descuento. Suelen ser utilizadas por empresas que reciben ofertas de adquisición hostiles para ganar tiempo y considerar sus opciones", explica The Wall Street Journal.
"El Plan de Derechos reducirá la probabilidad de que cualquier entidad, persona o grupo obtenga el control de Twitter a través de la acumulación en el mercado abierto sin pagar a todos los accionistas una prima de control adecuada o sin proporcionar a la Junta el tiempo suficiente para hacer juicios informados y tomar medidas que sean en el mejor interés de los accionistas", dijo la compañía en un comunicado de prensa.
La empresa señaló que este plan no impediría al consejo aceptar una oferta de adquisición si el consejo la aprueba y considera que es lo mejor para la empresa y sus accionistas.
Adelantándose a la respuesta de la mesa directiva Elon decidió hacer otra encuesta sobre si la gente consideraba que el precio que ofrece por acción es justo para todos los accionistas y ellos deberían ser quienes tomen la decisión final ya que son los dueños de la compañía, no la mesa directiva.
https://twitter.com/elonmusk/status/1514698036760530945
La respuesta, como podemos ver, fue contundente. Este novelón está lejos de terminar así que no es tarde para tomar las palomitas de maíz y estar atento al próximo giro de la trama. Por ahora podemos jugar a imaginar como sería ese Twitter del futuro cercano con la inyección de innovaciones que podría conllevar la compra por parte de Elon si es que lo logra.
Estirando un poco el horizonte de las posibilidades, pensando que los objetivos más directos serán eliminar el spam, incluir un botón de edición y abrir el algoritmo para que los usuarios puedan ver los cambios que se hacen a la plataforma y incluso hacer sugerencias a la misma para generar una transparencia y libertad de expresión mucho más efectiva, imaginemos que vendrán después. Una de las posibilidades que hoy parecen ciencia ficción, pero que pueden estar más cerca de lo que creemos es que podamos realizar tweets telepáticos.
Si, así como suena, pensar un par de frases y twitear directamente con comandos cerebrales gracias a la interfaz cerebro-computador que está desarrollando Neuralink, otra de las compañías de Musk. Por más exagerado que suene la realidad es que este ejercicio de la escritura telepática ya se ha realizado varias veces con otras BCI menos avanzadas que la de Neuralink, como la que ha desarrollado BlackRock Neurotech, una de las empresas con más experiencia en el rubro. Con su dispositivo han logrado que personas tetrapléjicas escriban gracias a comandos cerebrales en teclados digitales.
El record de escritura telepática lo posee un hombre tetrapléjico con uno de estos dispositivos, que en un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Stanford fue capaz de comunicarse a unos 90 caracteres, o 18 palabras, por minuto. En comparación, las personas sanas de edad similar a la del participante en el estudio pueden escribir en un teléfono inteligente a unas 23 palabras por minuto. Los adultos pueden escribir en un teclado completo a una media de unas 40 palabras por minuto. No es lo mismo que una persona sana pero se acerca y Neuralink pretende que una de las primeras versiones de su dispositivo logre que sus usuarios puedan escirbir más rápido que una persona común y corriente.
Los tweets telepáticos podrían estar más cerca de lo que creemos. Pero primero habrá que ver como acaba esta montaña rusa de idas y vueltas, ofertas y bloqueos. Estaremos muy atentos al desenlace de esta situación para comunicarla apenas podamos.
Bibliografía:
https://www.sec.gov/Archives/edgar/data/0001418091/000110465922045641/tm2212748d1_sc13da.htm
https://www.wsj.com/amp/articles/twitter-moves-to-block-elon-musk-from-increasing-stake-11650040204


