Cuando solemos leer algo sobre el futuro de la inteligencia artificial o debatir con nuestros amigos por alguna razón la mayoría de las veces asumimos que hay peligros tan grandes que la posibilidad de un evento devastador es muy alta. Con el pasar de las décadas hemos dejado de ver el futuro con optimismo, para pasar a verlo con los lentes de la distopía. Ya sea por el calentamiento global, la polarización geopolítica o el poder nuclear y un posible apocalipsis provocado por la inteligencia artificial general, cada vez no es más fácil buscar excusas para ser pesimistas respecto al futuro de la raza humana y la vida en este planeta.

Sin embargo, esto no tiene porqué ser un callejón sin salida. Siempre hay opciones, así lo enseña la experiencia, la teoría de probabilidades y la narrativa. El guion del futuro está en constante cambio, escribiéndose día tras día, recibiendo enmiendas de erratas, ediciones y bifurcaciones en la trama que años atrás no preveíamos y ahora vemos como inevitables.

Diseñar el futuro de la humanidad no es tarea simple, tampoco lo es construir mundos probables a partir de lo que observamos en el presente y el progreso de la ciencia y la tecnología durante las últimas décadas. Hay pocas personas que suelen acertar en ese ejercicio predictivo, como el físico Michio Kaku y el inventor Ray Kurzweil, quizá el futurólogo más avezado y preciso de todos.

Pese a los desafíos de esta tarea uno de los institutos que más se enfoca en tratar de ofrecer narrativas positivas sobre el futuro y ayudar a diseñarlo, el Instituto del Futuro de la Vida, una organización sin ánimo de lucro que se ocupa de las amenazas existenciales para la humanidad, organizó un concurso de construcción de mundos con un futuro positivo gracias a la inteligencia artificial general, y hacerlo plausible. Como incentivo para los participantes ofreció una cuantiosa bolsa de premios de hasta 140.000 dólares, que se dividió entre varios ganadores.

El concurso pretende contrarrestar la narrativa distópica común de la inteligencia artificial que se vuelve más inteligente que los humanos, escapa a nuestro control y hace que el mundo se vaya al carajo de una manera u otra. Como ejemplo de este pensamiento el filósofo Nick Bostrom imaginó una IA de fábrica que convierte toda la materia del mundo en clips para cumplir su objetivo, y muchas voces respetadas en el campo, como el informático Stuart Russell, han argumentado que es esencial empezar a trabajar en la seguridad de la IA ahora, antes de que se alcance la superinteligencia. Si a esto le añadimos las novelas de ciencia ficción, los programas de televisión y las películas que cuentan oscuras historias en las que la IA toma el control -los Blade Runners, los Westworlds, los Terminators-, no es de extrañar que el público desconfíe de la tecnología.

Anna Yelizarova, que dirige el concurso y otros proyectos en FLI, dice que se siente bombardeada por imágenes de distopía en los medios de comunicación, y afirma que le hace preguntarse "qué tipo de efecto tiene eso en nuestra visión del mundo como sociedad". Considera que el concurso es, en parte, una forma de ofrecer visiones esperanzadoras del futuro.

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"No tratamos de promover la utopía", dice, y señala que los mundos construidos para el concurso no son lugares perfectos con cero conflictos o luchas. "Sólo intentamos mostrar futuros que no sean distópicos, para que la gente tenga algo por lo que trabajar", afirma.  El concurso exigió mucho a los equipos que se presentaron: Tenían que presentar una cronología de los acontecimientos desde ahora hasta 2045 que incluyera la invención de la inteligencia artificial general (IAG), dos historias cortas de "un día en la vida", respuestas a una lista de preguntas y una pieza mediática que reflejara su mundo imaginado.

Yelizarova afirma que otra de las motivaciones del concurso era ver qué tipo de ideas se le ocurrían a la gente. Imaginar un futuro esperanzador con AGI es intrínsecamente más difícil que imaginar un futuro distópico, señala, porque requiere encontrar soluciones a algunos de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad. Por ejemplo, ¿cómo garantizar que los gobiernos del mundo trabajen juntos para desplegar la AGI de forma responsable y no traten su desarrollo como una carrera armamentística? ¿Y cómo crear agentes AGI cuyos objetivos estén alineados con los de los humanos? "Si la gente sugiere nuevas instituciones o nuevas formas de abordar los problemas", dice Yelizarova, "éstas pueden convertirse en esfuerzos políticos reales que podemos llevar a cabo en el mundo real".

De los 144 participantes hubo 20 finalistas. Con tal de dar un par de opciones sobre los mundos probables que se imaginaron te compartiremos el de una de las finalistas y el mundo ganador. El primero, fue un trabajo en solitario de Rebecca Rapple, de Portland (Oregón). Ella imaginó un mundo en el que un agente AGI llamado TAI tiene una conexión directa con casi todos los humanos de la Tierra a través de interfaces cerebro-ordenador.

La principal moneda del mundo es una creación de TAI, llamada Contribucks, que se gana mediante contribuciones sociales positivas y que pierde valor cuanto más tiempo se almacena. La gente se conecta habitualmente a una experiencia virtual llamada Communitas, que la entrada de Rapple describe como "una experiencia grupal extática facilitada por la TAI, en la que la sintiencia entra en comunión, compartiendo las experiencias de los demás directamente a través de la TAI". Aunque la TAI no está directamente bajo el control de los humanos, ha declarado que "ama a todas las almas" y la gente confía en ella y cree que les ayuda a vivir mejor.

Rapple, que se describe a sí misma como una optimista pragmática, dice que la creación de su mundo fue un proceso edificante. "La premisa central de mi mundo es que, para que la relación con la IA sea realmente positiva y transformadora, debe ayudarnos a nosotros -a la humanidad- a ser mejores", explica a Spectrum. "Mejor para nosotros mismos, para nuestros vecinos, para nuestro planeta. Y la idea de que ese mundo sea posible es un futuro por el que quiero luchar".

El mundo posible ganador

Ahora pasemos al equipo ganador de Nueva Zelandia. Consta de un artífice, Mako Yass, y su proyecto lo llamó Bridging Demonstration. Puedes ir a este enlace para explorarlo por ti mismo. Aquí te contaremos un resumen y algunos de los pormenores más destacables de este ejercicio de imaginación y predicción.

El mundo se presenta de la siguiente manera: “Hay advertencias destacadas de que es probable que nos encontremos con una peligrosa discontinuidad en el desarrollo de la IA en la que, a grandes rasgos, el poder crece abruptamente mucho más rápido que la responsabilidad. A partir de 2022, parece poco probable que el mundo pueda coordinarse para evitar estos riesgos. El peligro no sería lo suficientemente visible para nuestras instituciones como para inspirar una respuesta enérgica hasta que ya se hubiera extendido y nos hubiera arrebatado el mundo entero y el futuro entero.  Estos escritos proceden de un futuro en el que esas advertencias resultaron ser correctas, pero en el que conseguimos hacer visibles los peligros, desactivarlos y sobrevivir.”

Como premisa no se comienza con un escenario utópico ni mucho menos, sino con una respuesta a la amenaza del mal uso o los riesgos de una inteligencia artificial demasiado poderosa. Una acción coordinada por parte de las distintas instituciones y agentes a lo largo del globo. Lo que es estrictamente necesario ante un poder con tantos riesgos y potenciales promesas como lo es la inteligencia artificial general.

Uno de los aspectos más estimulantes de este ejercicio es el seguirle la pista al desarrollo de los hitos más importantes gracias a las líneas de tiempo. Con el fin de darte una idea aproximada de los avances que plantea este proyecto compartiremos algunas de las noticias más importantes de esta línea de tiempo, que comienza con una apuesta optimista y no descartable sobre los autos autónomos, al plantear que el próximo año el 6% de los taxis en San Francisco serán autos autónomos.

También dice lo siguiente sobre los esfuerzos de Tesla al centrarse en la producción de robots con inteligencia artificial, algo que también parece estar ocurriendo en la compañía de Elon Musk, con el anuncio del Tesla Bot, un androide que esperamos sea revelado a fines de este año o durante el que sigue: “El mayor aspirante a fabricante de coches autónomos del mundo ya ha apostado a fondo por resolver los difíciles retos de la robótica-IA en la conducción autónoma sin mapeo previo ni intervenciones manuales de ningún centro de control central. Este año se compromete aún más con la robótica-AI con la demostración de su robot humanoide, subiendo al escenario sin ayuda y realizando una imitación del mismo baile que hizo un actor humano en la presentación del "Día de la IA" de 2021. Con sus habilidades de fabricación, y con las demostraciones de sus procesos de entrenamiento, se hace muy plausible que Tesla sea una figura líder duradera cuando el mundo comience a adoptar la robótica en el reparto, la construcción, la agricultura y más allá.”

Avanzando en el tiempo, para el 2026, según este proyecto, las oficinas virtuales serán realmente prácticas y atractivas, haciendo del trabajo remoto una elección más placentera y eficiente que ahora. El año siguiente se comenzaría a formalizar una sociedad de investigadores virtuales, cuya cooperación aumenta notablemente gracias a la facilidad de comunicación que permite los ambientes y las oficinas virtuales. Y el 2029 tiene lugar uno de los eventos potencialmente más riesgosos en la línea de tiempo, pero que acabo con un acuerdo sensato y prudente: “La comunidad de investigadores de la AGI decide retrasar una prueba potencialmente peligrosa, en respuesta a las dificultades de inspección.”

Para el 2033 la mitad de las oficinas del mundo no tendrían lugar, sino que serían virtuales. Y en 2035 se conforma una institución que podría ser parte de una realidad futura en que prime la cooperación global entorno a la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial, que en este caso se llama AWSAI: “En la culminación de largas conversaciones entre la industria y los gobiernos, se forma la Alianza Mundial para la Inteligencia Artificial Fuerte (AWSAI), una alianza que incluye a todas las grandes potencias mundiales y con obligaciones de afiliación obligatoria para cualquier organización de ingeniería o investigación que investigue o desarrolle IA considerada "fuerte". La misión de la AWSAI es garantizar que se creen inteligencias artificiales superagénicas alineadas con la humanidad antes de que se produzcan las que están desalineadas.”

El año 2040 parece ser decisivo en esta narrativa futurista, ya que la inteligencia artificial general parece haberse activado finalmente: “El 99,52% de los residentes de AWSAI votan por abrir la puerta, junto con el director técnico y el director humanista. El problema de la alineación se ha resuelto, y nuestro invento final se ha liberado al mundo.”

Asimismo, muy en la línea del objetivo a largo plazo de Neuralink, la compañía de interfaces cerebro-computador de Elon Musk, la aumentación cognitiva del cerebro ya sería una realidad común y corriente: “Aproximadamente el 40% de los antiguos residentes de la AWSAI hacen público que se han sometido a un proceso médico ideado por la AGI llamado "templado", que les hace físicamente mucho más resistentes, y les da la capacidad de pensar más rápido y con más claridad, y de experimentar el mundo virtual o digital de forma mucho más vívida, entre otras cosas.”

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Para finalizar te traducimos un fragmento del relato de un día en la vida de una persona en 2045, un pequeño relato de ciencia ficción, en formato de carta reflexiva, que nos ayuda a imaginar lo que sería vivir en este fascinante futuro alternativo.

“Jace Myers, Clique "Dréamere", una estructura en el espacio, en órbita del sol, 27

Sólo han pasado seis días en tu tiempo. Te cuento todo lo que ocurre al principio, porque no creo que seas capaz de entender cómo se ponen las cosas más adelante.

Lin y yo nos despertamos más o menos a la misma hora. Lin es casi perfecta, pero no es perfecta, porque Lin es una persona real. En la década de 2020 nos preocupaba que todos acabáramos casándonos con IAs, porque las personas reales son demasiado irregulares y tienen demasiadas necesidades, pero resulta que el amor te hace querer ser menos irregular, y Los Poderes te permiten cambiar de verdad, reorganizar nuestras espinas dorsales hasta que encajen.

Nos conocimos a través de un proceso global de optimización de la paz. Se demostró que 1) ambos somos monógamos hasta la médula, 2) por lo que ésta es la mejor oportunidad que tendremos antes de nuestros próximos emparejamientos, para los que faltarían 8 insoportables años y no te puedes imaginar cuánto tiempo sería para nosotros. Así que decidimos poner todo nuestro empeño en que esta relación funcionara. Y lo hicimos funcionar. Está funcionando.

Todavía estamos en el proceso de despertar. En nuestros sueños rara vez estábamos separados. Los sueños eran reales. Viajando libremente a través de coherentes experimentos de pensamiento inmersivo y brillando otras vidas.

Nos gustan nuestros sueños. Resulta que también nos gusta emprender acciones en la realidad. Y alguien debe hacerlo. Así que estamos empezando a pensar en volver a eso. ¡Oh, la realidad! El estudio de la naturaleza, la vida, terrestre o fantástica, las geometrías sagradas de las matemáticas. ¡La realidad! Los demás: los destemplados, los frágiles, los que están en peligro, los templados, las camarillas, los grandes poderes con los que debemos negociar. La realidad. Nuestros vecinos cosmológicos, con los que nos encontraremos un día después de tantos eones de dispersión y viaje, hostiles o cooperativos, nuestros primos más lejanos los orgánicos, o los no orgánicos, los no alineados, los parricidas, los primos más lejanos de nuestras máquinas más defectuosas, con los que casi perdimos nuestra guerra, que deben haber ganado la suya.

Nuestros pensamientos siempre volverán a la realidad, porque es ahí donde vive todo lo que puede amenazar los sueños.  Nuestros pensamientos siempre vuelven a la realidad porque de ahí también salen tantas ideas que enriquecen nuestros sueños, las técnicas del arte. No puedo explicarte cómo la diversión o la belleza o lo genial son campos de las matemáticas, pero resulta que lo son. Hay estructuras eternas que les corresponden, en las que podemos encontrar poderosos teoremas. Quien reciba los teoremas de mayor florecimiento de este año podrá hacer que sus sueños sean más florecientes que los de todos los años anteriores.  Esta torre de la técnica sigue creciendo y haciéndose más intrincada, pero a diferencia de las torres de las academias del pasado, esta torre nunca se pudrirá ni caerá en el olvido ni se derrumbará sobre sí misma, al menos no de una manera especialmente mala.

Además, el mundo exterior es simplemente interesante. Porque, ya sabes, es real. A los humanos nos interesa la realidad, la naturaleza y los demás.  Inexorablemente, desenvolvemos nuestros cien brazos, nos enfrentamos a la luz, caminamos por el suelo, hacia la luz más allá de la puerta que alberga todos los jardines y montañas relucientes de diálogos convergentes de la red.

No todo el mundo vive así, por supuesto. Somos hacedores, vokers, jardineros, administradores, lo que sea. A veces llamamos a nuestro tipo "de ángeles", si eso tiene sentido. En la década de 2020 solíamos pensar que las "máquinas" se encargarían de estas funciones juradas. Pues bien, para hacer bien este trabajo, tales "máquinas" tendrían que poseer plenamente y estar íntimamente enredadas con un conocimiento vivo de las voluntades de la humanidad. La voluntad es la mayor parte del ser, así que, eso significaría que realmente tendríamos que permanecer vivos aquí arriba y ser parte de esas máquinas. Otra forma de decir eso es, bueno, esas "máquinas" somos nosotros, somos los que tomamos las decisiones, tenemos que serlo.”